martes, 30 de julio de 2013

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Estos días el clima se ha portado de los más lindo, no ha llovido mucho ni ha llovido por donde no quiero que llueva. El sól sale donde debe y sólo lo suficiente, tanto que no quema ni acalora,sólo aparece el tiempo justo y necesario. Y la ciudad es casi la misma. aunque los lugares y los rincones no son los mismos. Siempre va cambiando y las cosas que uno añoraba se añoran más. Uno se siente un tanto extraño, pero es rara la sensación de extrañeza cuando se sabe que se esta en un mismo lugar. Aunque las situaciones ya no son las mismas. Ni las personas, Y uno al final se reconoce levemente como otro. un poco ajeno. Esto  ha sido motivado por dos cuestiones: 1. Me perdí un buen rato en mi rancho 2. Esta ciudad es cambiante, a su manera y a su ritmo. Reconozco que quizás no añoro lo que fue esta ciudad porque desde que llegue siempre ha cambiado. A ratos la hago mía y luego ya no lo es. Un detalle o algo que me hacia reconocerla como propia simplemente ya no esta, o ya es otro.  y uno se queda ahí desamparado. Huérfano de cosas nimias que interesaban. Y entonces no puedo recordar un momento en especifico, más qué como situaciones que no puedo ubicar en un tiempo determinado. Entonces mis recuerdos se traspapelan.

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