viernes, 28 de febrero de 2014

Untitled 201402280730??

Después de varias noches al fin anoche soñé algo acerca de V. Fue una especie de regaño. Sólo diré que mi inconsciente me dice que no haga cosas vanas y que deje de pensar en ello. Eso hago. Eso trato de hacer.

Por otra parte. 

No puedo dibujar. No estoy tan bien como pensaba, no sé cuánto más tardaré.  Una catarsis más. Un estallido más. Y colapsar. Me gusta esa palabra.

Oigo la música que a ella le gusta, un tanto para no hacer lo que otras veces hice. Anteriormente prefería no escuchar la música que me significaba y era mi manera de levantar un muro y proteger mis emociones. Ahora lo contrario. Escucho la música que me significa para que vaya perdiendo sentido, la fuerza de la costumbre termina por hacer todo tan normal. Tan como si siempre hubiera estado allí. Tan normal, como siempre debió ser. Tan como si fuera nada.  Al final otra experiencia. Pero entre tanto dejo que la emoción se desborde…. Un poco más. Como las presas no me conviene estar a tope.

Y tras desbordarme me siento mejor.

Al final el muro está ahí, pero dejo salir lo malo para curarlo. Una caja de Pandora quizás. Soy puro contenido. El contenedor es lo de menos (Al final soy ambos). No sé cómo antes pude contener tanto. Ahora fue tan poco, pero intenso. Y eso supongo que es lo que me trae así. O quien sabe. Quizás con los años mi dramatismo va aumentando y sobre-actúo. (Lo cierto es que en verdad me conmocioné, pero me quiero engañar). Quizás mi yo contenedor ya no resiste tanto. Y supongo que sí: A veces no resisto y pum…  sobreviene el desborde. Y pienso. Pienso y pienso.

Una hoja doblada, traspapelada entre inmensas pilas de papeles y libros. Una botella vacía en el suelo. Una rebanada de sandía. El polvo sobre mi laptop. La luz que se filtra entre los vanos sin ventanas.  El aire que corre por los mismos vanos y alborota mi pelo. Y yo perdido entre tantas cosas nimias. Buscándome. Re-encontrándome. Y me gusta la sensación. Como en el sueño en el que me hablaba por teléfono y me escuchaba a mí mismo. Me gusta la sensación de lo diferente, lo nuevo, lo otro, o quizás es sólo el viento en mi cara. Probablemente ambas.

*se chinga un puñito de cacahuates con chile y ajo*

miércoles, 26 de febrero de 2014

Mi voz.

Soñé que estaba en la casa en la que me estoy quedando en Morelos. Cenaba y al terminar hablaba por teléfono. No identificaba la voz. Luego uno de mis albañiles decía que estaba hablando con alguien a quien yo quiero. Y en ese momento me di cuenta que la voz al teléfono era la mía. Estaba hablando conmigo mismo. Fue raro escucharme pero aun así fue algo bueno y confortante. 

martes, 25 de febrero de 2014

Postrimerias 201402252223??

Hoy fue un día pesado pero bueno. Me gusta cuando encuentro mi equilibrio. me gusta cuando no necesito otra cosa más que estar conmigo mismo. Me gusta reconocer que sigo siendo quien por si solo se saca a flote. Con todo y las lagrimas y los regaños. Me gusta saber que me quiero. En estos días supongo que dibujaré a Ana. Para no olvidarle, para ver que en cierta forma ese lado mio que me gusta sigue ahí. Para ver que no me abandono.

untitled 20140225173242

Restan menos de dos semanas para entregar esta casa y no faltan los líos. Que me falta experiencia, que van muy lento, que no sé mover a la gente, que no llega el material, que si lo encargue a tiempo, que ya se cayó alguien, que ya me mal-mira el maestro de obra porque lo presiono... pfff... Muchas de esas cosas apenas las he ido haciendo por primera vez, no lo digo como pretexto (pero por si me quieren pretextar ahista). Aun voy aprendiendo. Y me gusta aprender. Aunque sea a la mala.

Es que soy bien necio.

domingo, 23 de febrero de 2014

untitled 201402230912??

Me revuelvo entre las cobijas como quien no quiere levantarse. Estoy despierto desde las 7 y lo inevitable llega. Quiero comer. Más por costumbre que por verdadero antojo. Un habito bueno entre tanto defecto. De este tipo de cosas si me permito hablar. Las cosas cotidianas, que a pesar de su aparente condición de intrascendentes me definen. O no sé. Simplemente me da ganas de hablar de eso, dado que cualquier otra cosa que pudiera escribir me va a parecer visceral, desagradable y sin sentido. Francamente no tengo ganas de escribir de esas otras cosas, porque ya no se si decir lo que siento es bueno o malo. Y así las cosas mejor me las guardo.

Preparo el desayuno. Una buena taza de café no puede faltar. una fruta y una pieza de pan

Ayer fue un día bonito. Tenia meses sin ir a Coyoacán, y tenia años sin caminarlo. Fui a ver "Her" con N. Llevábamos tiempo y fuimos a comer. También tenia años sin comer en Coyoacán, tenia tantos años sin comer allá que ya no recordaba donde comer, cosa que para mi debe ser un pecado. Fue un buen rato y disfruté tanto comer y comer tanto, bueno, no comí tanto: dos ordenes de flautas, un pambazo y un refresco. Pero en realidad lo disfruté. De ahí nos movimos a la cineteca. Lloré con esa película ("Her"). supongo que fue porque no apareció para nada Scarlett Johansson. En fin. Ya de ahí nos movimos al centro al "Jekemir" a por un café. Eso y un pan de elote y una rebanada de pay de zarzamora. Adoré ese pay (también al pan de elote, pero más al pay). Comer me hace feliz, aunque sean momentos mínimos,  los disfruto con intensidad.

Después de eso cada quien se fue a su casa con sus líos, líos de los que no queríamos hablar, pero bueno. N. dice que soy buen conversador, así que de alguna manera salieron a flote.

Y todo el día ,y aun más en el metro, y luego en el tren ligero, mirando hacia la nada por las ventanillas, en mi cabeza tarareaba  esta canción.


Y me serenaba.

lunes, 10 de febrero de 2014

Colmo.

Descubrí con horror, mientras hacia una lista de pendientes, que tenía que remitirme a otra lista de pendientes para saber qué es lo que me falta por hacer. Qué trágico.

Pendientinception.

Polvo y ansiedad

Miro alrededor.

"… y en polvo te convertirás." 

Cosa que pienso y me la creo. Rodeado en la obra de polvo, cubierto y lleno de eso que da forma a la casa. Polvo en presentaciones diversas y muy bonitas. Al final esta casa será polvo y yo en otro lugar seré lo mismo. La misma sustancia, sustancia de otra cosa nueva ojala… ojala no pronto. Eso no lo sé. No sé porque pienso estas cosas en el trabajo, pero las pienso. No quiero pensar tanto.

Pero pienso más de lo que debo. Y luego viene la ansiedad. La ansiedad me quiere abrumar. "Ansiedad tonta y absurda. No tiene sentido" me digo para tratar de convencerme. Lo es. No debería de darle vueltas a ese asunto, no debería, no debo. Los problemas de otros no son mi problema. Mis problemas son mi problema. Pero, en ese afán de querer a alguien ¿qué tanto me deben preocupar los problemas de otros? Lo suficiente. "Ni tanto que te preocupe o te quite el sueño, ni tan poco que te valga madres" Pienso. Los problemas de otros los otros deben resolverlos. Pero el lío es que me da por intervenir, meter mi cuchara y hacer de las mías. Al final sé que no gano nada, sólo me genero conflictos y eso. Sirve de nada. Y me doy zapes por idiota. Dejo de pensar un rato por lo menos.


Pasa un rato, sigo pensando y acumulando polvo como un mueble viejo. Sereno como un mueble viejo, igual más tranquilo (¿Qué pensará un mueble viejo? Tonterías). Lidiar con la ansiedad propia es prácticamente lidiar con un doppelgänger de uno mismo. Uno de varios, de tantos. Muchos de uno mismo en uno mismo. Y qué lata.