lunes, 20 de enero de 2014

Para V.

Hay algo. Pasa algo, mejor dicho. Me sucede y me emociona. No es un algo cualquiera. De hecho no es cualquier cosa. Para colmo, son días en los que de alguna manera me he sentido bien en el trabajo, bien conmigo mismo y despejando esas dudas absurdas que me acechan siempre. Siempre.

La idea de saber o no saber si lo que hago esta bien y de si voy tomando las decisiones correctas mientras recuerdo los viejos errores, para luego ir rectificando esas decisiones y ajustándome yo solito las tuercas. Y de alguna forma vencer al miedo que de alguna manera retrocede pero que siempre esta ahí, merodeando, escondido en los recovecos de mi mente. El cochino miedo.

Pero ahora no es el miedo lo que me importa. Es la emoción que siento. Hacer un resumen de los últimos siete meses sería una tarea imposible para mi, justo cuando tengo unos 15 minutos para terminar este post e irme a dormir. El trabajo me reclama y reclama mis horas más lucidas y la mejor de mis atenciones. Así las cosas escribo con algo de prisa pero con la intención de escribir algo que me ayude a explicarme lo que me ha sucedido en todo este tiempo.

(Lo cierto es que no necesito explicarlo, pero soy un presumido).

Sé bien que me pasa.
Te quiero.


No hay comentarios :