A esta hora ha dejado de llover, es noche y afuera se oye solo el ruido de las hojas que caen en azoteas charcos, como murmullo. La verdad es que no tengo muchos ánimos de comentar eso, pero era mi manera de iniciar algunas de mis entradas... siempre hablando del clima, quizás los pongo en contexto... un poco nada mas. Aunque me lea cotidiano.
Estos últimos días algo pasa, una transición, por ponerle un nombre a esto que sucede. Estoy en el momento en el que iniciare otra etapa de trabajo, otra fase de la maestría, otra etapa con mi familia, y al parecer ya no me molestan tanto algunas cosas pasadas, se resarcen pues. Sucede que cuando entro en crisis me alejo de algunas cosas en particular... mi familia, mis amigos, y de los demás. No estoy enojado, solo que mi conciencia reconoce que siempre necesito mi tiempo solo, que necesito estar a solas y no pensar en cosas que me distraigan. Pocas personas entienden eso, mas bien creo que solo una persona me entiende y si no me entiende por lo menos ya no se extraña cuando me pongo así. Lo normal en mi es que me aburro o me harto de las cosas. Hartazgo resultado de un desgaste, de una perdida de sentido, o de que quizás ando en mis minutos de grinch. Como sea, estos días han sido de eso, de reconocer un desgaste innecesario y aficiones que sin duda me absorben mas de lo que puedo o debo permitir.
Quizás solo sea el hecho de no estar tan ocupado y pensar demasiado en mi, quizás fue que limpiar y arreglar mi casa ha resultado en algo más escatológico de lo que pensé. Quizás pudo ser que visite por fin el rancho de Mamá Grande. Quizas en verdad me hace mal estar tanto tiempo solo, y eso solo me preocupa cuando me contradigo, pues me plantea incertidumbre... eso como sea tiene su lado bueno, definir las cosas es mas fácil. O por lo menos eso creo.
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